En Recetas Nestlé® te contamos cómo aprovechar al máximo esta fruta
Las frutas son estupendas porque, además de ser deliciosas, muchas veces nos llevan a escenarios fabulosos. El coco o la piña, por ejemplo, tienen un sabor que nos recuerda a la playa, mientras que las moras las relacionamos con los bosques.
Además, si las usamos correctamente, podemos aprovecharlas en su totalidad. Entre los ejemplos tropicales, el coco es estupendo: tomamos su agua, comemos su pulpa, y la cáscara es maravillosa para decorar la casa. Por estas cualidades es que en Recetas Nestlé® queremos explorarlo a profundidad.
EL COCO, UNA FRUTA PARA USAR POR COMPLETO
En Recetas Nestlé® preferimos sacarle todo el provecho a los ingredientes que usamos en los platos que cocinamos, para reducir el desperdicio de alimentos. Por eso, el coco es una de nuestras frutas preferidas.
Por un lado, tenemos la famosísima agua de coco, exquisita y perfecta para saciar la sed en los días más calurosos. La pulpa, por su parte, es deliciosa y la podemos usar en diferentes presentaciones (rallada, cruda cortada en trozos, cocinada, como decoración, etc.). Con la cáscara es posible hacer ornamentos en casa.
Por si fuera poco, el coco también tiene muchas propiedades nutricionales, y en Recetas Nestlé® queremos compartir algunas de ellas. Por ejemplo, es fuente de fibra, lo cual aporta a una función intestinal normal. Además, contiene diversos minerales, entre ellos el hierro, el cual contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario, sin mencionar que ayuda a reducir el cansancio y la fatiga.
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EL AGUA DE COCO
Vamos a comenzar a profundizar en esta maravillosa fruta tropical con el agua que encontramos en su interior. Pero una cosa es hablar de lo fabulosa que es cuando la tomamos, y otra, enfrentarse a un coco para saber cómo la podemos sacar.
Hay un método tan sencillo para extraer su agua, que parece demasiado fácil para ser verdad, en especial porque la cáscara del coco es bastante dura. Si queremos abrir esta fruta, tenemos que romperla, aunque no es del todo necesario si solo queremos beber de ella.
APRENDAMOS JUNTOS A SACAR EL AGUA DEL COCO
Los cocos suelen tener tres marcas en su superficie. Tenemos que apretarlas con fuerza, incluso usando un cuchillo, un sacacorchos u otro objeto con filo, hasta notar cuál de ellas tiene una textura más suave y cede un poco.
Tenemos que apretar y/o golpear esa marca que no es tan dura hasta que se abra un agujero. Luego, nada más necesitamos darle vuelta al coco sobre un bowl o cualquier recipiente, para que el agua salga por ahí. Lo mejor es que la podemos beber inmediatamente.
Un tip antes de continuar: si queremos que el agua no tenga restos de coco, una buena idea es pasarla por un colador, para limpiarla.
¿CÓMO ABRIR UN COCO?
La técnica anterior es la más sencilla si queremos únicamente beber el agua del coco, pero si lo que buscamos es aprovechar su pulpa, es necesario romper la cáscara y abrir la fruta. Si es la primera vez que lo vamos a hacer, seguramente no será fácil; por eso, en Recetas Nestlé® nos comprometemos contigo a lograrlo sin muchas complicaciones.
- Lo primero que tenemos que hacer es sacar el agua, así que debemos empezar con el proceso que explicamos anteriormente.
- Una vez el coco esté vacío, vamos a fijarnos que entre las marcas hay una línea que atraviesa la fruta.
- Cuando la identifiquemos, lo que haremos es golpear con un objeto contundente –recomendamos un martillo– en el medio de esa línea, hasta que veamos que se forma una grieta en la piel.
- Al romper esta parte de la cáscara, vamos a empezar a girar el coco, mientras lo seguimos golpeando, hasta quebrarlo por la mitad.
- Finalmente, cuando el coco tenga una grieta por el medio de toda su superficie, simplemente separamos las dos partes con nuestras manos.
Un tip antes de continuar: para evitar romper o dañar la mesa, es mejor sostener el coco con una mano, pero con precaución para no lastimar nuestros dedos. Si preferimos abrirlo sobre una superficie, es muy importante que esta sea bastante resistente; debemos tener cuidado al golpearlo, para que la fruta no se resbale.
RECETAS CON COCO:
LA PULPA
Una vez abierto el coco, se ve esa pulpa blanca que nos encanta usar en postres o comer directamente cruda. En realidad, podemos sacarle provecho de muchísimas formas y con todo tipo de preparaciones. Sin embargo, primero tenemos que desprenderla y sacarla.
¿CÓMO SACAR LA PULPA DEL COCO?
No es tan sencillo como en otras frutas, en las que se separa fácilmente de la cáscara. Acá tenemos un par de opciones que se complementan, pero es mejor usar estos tres métodos para tener los mejores resultados.
- Seguir golpeando: la primera idea es que, una vez el coco esté partido por la mitad, continuemos golpeando la piel con el martillo para que la pulpa se afloje. En algunos casos, lo podremos terminar de separar con los dedos, pero con las partes que siguen adheridas tenemos que seguir trabajando.
- Con la ayuda de un cuchillo: si después de los golpes hay partes de la pulpa que no podemos separar, la mejor opción es aprovechar un cuchillo delgado, el cual meteremos entre la cáscara y la parte blanca, para usarlo como una palanca.
- Con un pelador: al final, ya sea después de usar el martillo o el cuchillo, suele quedar una parte marrón pegada a la pulpa. La forma más fácil de quitarla es con el mismo pelador que usamos con las papas.
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PRESENTACIONES DE LA PULPA
Al tener separada toda la parte blanca de su piel, podemos seguir jugando con las distintas formas de cortar y servir el coco. Estas son unas cuantas ideas.
- Crudo: después de abrirlo y separar la pulpa, esta es la forma más fácil de consumir el coco. Tiene un sabor exquisito y una textura ligeramente húmeda, debido al agua que ha absorbido. Por eso, también nos produce una sensación refrescante.
- Rallado: lo podemos ver en muchísimos postres en los que esta fruta aporta textura y sabor. Es tan sencillo como usar un rallador de agujeros pequeños para deshacer la pulpa. Si queremos una versión deshidratada, llevamos el resultado al horno por unas cuantas horas.
- Hojuelas: es igual de fácil que rallarlo, con la única diferencia de que necesitamos usar los agujeros grandes de nuestro rallador.
- Chips: la última idea de presentación consiste en unas rebanadas delgadas, similares a las que podemos hacer con papas y algunas verduras.
CREATIVIDAD CON LA CÁSCARA
Hasta acá hemos explorado las partes comestibles del coco, pero una vez que nos tomamos el agua y comemos la pulpa, ¿qué podemos hacer con su piel? Es tan dura que tuvimos que romperla con un martillo, así que es imposible de morder. Si queremos sacarle provecho, tenemos que ser creativos.
Estas son unas cuantas ideas:
- Usar como un bowl: esta es la solución perfecta para reutilizar la cáscara del coco en la cocina, en especial si, al abrirlo, quedó partido por la mitad. Podemos usarlo para servir todo tipo de platos, pero lo mejor es aprovecharlo con ensaladas y preparaciones que sean sencillas de limpiar.
- Para encender un fuego: la cáscara del coco es estupenda si queremos hacer un asado, puesto que funciona muy bien para levantar las llamas. También se puede usar en una chimenea para asar malvaviscos, en una noche de amigos o en una cita romántica.
- Una maceta: acá nos alejamos un poco del tema de la cocina, pero la cáscara también nos puede ayudar a decorar nuestra casa. Si la llenamos con tierra, podemos plantar algunas hierbas aromáticas, que podemos incluir en nuestros platos.
DERIVADOS DEL COCO
Además de todas las ideas que hemos compartido, basadas en el coco crudo, existen varios subproductos que se hacen a partir de esta fruta y que podemos utilizar para cocinar distintos platos.
Vale la pena aclarar que cuando hablamos de derivados, nos referimos a productos que deben pasar por un proceso de preparación para ser obtenidos, y que no están en el coco de forma natural.
LA LECHE O BEBIDA DE COCO
Empezamos con un derivado que suele ser confundido con el agua. Se trata de una bebida comúnmente conocida como leche de coco, por su color blanquecino y su textura. Además, es una de las leches vegetales más sencillas de hacer, así que es perfecta para las personas que prefieren evitar las de origen animal.
Solamente debemos licuar la pulpa en agua caliente y después pasarla por un colador, o exprimirla a través de una tela delgada; de esta forma queda completamente limpia.
HARINA DE COCO
Esta es una opción fabulosa para sustituir la harina de trigo, la cual contiene gluten, esa proteína que muchas personas no pueden consumir.
La de coco se prepara con la pulpa cuando está completamente seca. Esta se tritura hasta lograr esa textura característica con la que podemos preparar muchísimos postres, y, en este caso, queda con un ligero sabor a coco.
ACEITE DE COCO
Aunque también se hace a partir de la pulpa de esta fruta, no es una preparación tan sencilla como para hacerse en casa. Si la queremos usar, es mejor comprarla en el supermercado. Curiosamente, se diferencia del resto de los aceites porque pasa a un estado líquido cuando se calienta, pues es semisólido a temperatura ambiente.
Está bastante claro que el coco es supremamente versátil, desde su agua hasta todo lo que podemos preparar con su pulpa. ¡Explora las recetas que tenemos con esta fruta y anímate a cocinar!
Fuentes:
https://mejorconsalud.as.com/coco-agua-preparar-leche-cocinar-pulpa/
https://danzadefogones.com/como-abrir-un-coco/
Como abrir un coco de forma fácil y sacando toda su carne. Something is cooking
Cómo abrir un coco | facilisimo.com
https://www.cocinista.es/web/es/enciclopedia-cocinista/ingredientes-del-mundo/coco.html
Básicos: Cómo hacer LECHE DE COCO| Leches vegetales